Hidratación:
No solo la práctica hace al maestro; estos consejos también te ayudarán a mejorar tu desempeño. Antes, durante y después, la hidratación es vital para mantener tu cuerpo y tu mente en óptimas condiciones. Aunque no tengas sed, acostúmbrate a consumir líquidos en pequeñas cantidades.
Alimentación equilibrada:
En cuanto a nutrición, siendo sinceros, realizar una ruta al aire libre no implica ser atleta de alto rendimiento. A estos atletas se les recomienda ingerir un 50% de carbohidratos, un 20% de grasas y de 10 a 15% de proteínas. En tus días en bicicleta, aumenta la ingesta de carbohidratos, pero con moderación.
Descanso:
El descanso es esencial para los músculos, ya que la acumulación de ácido láctico en ellos y las reacciones metabólicas desencadenadas por el sobrecalentamiento pueden ocasionar dolores y lesiones dolorosas. Si eres principiante, date un descanso cada 30 o 40 minutos. Poco a poco, podrás aumentar tu rendimiento.
De etiqueta:
Como ciclista, es indispensable que cuentes con un casco, guantes, gafas, ropa para ejercitarte y tenis adecuados. Es una lista larga, pero la mayoría de estas prendas y accesorios son protección esencial para tu cuerpo.
Comodidad:
El asiento de tu bicicleta puede ser tu peor enemigo. Para evitar llegar a establecer una relación tormentosa con él, busca un cubreasientos de gel. También hay pantalones especiales con un tejido especial en la entrepierna.
Protégete:
Aunque no tiene que ver con tu desempeño físico, sí con la salud de tu piel. Utiliza un bloqueador de amplio espectro sobre todo tu cuerpo y aprovecha los descansos para reaplicártelo. Existen versiones especiales para deportistas, más ligeras y de rápida absorción.
¿Solo en compañía?
Lo más divertido es salir en grupo de amigos, por seguridad, apoyo y compañía; aunque cada uno vaya a su ritmo. Sin embargo, no siempre es posible reunir a todos tus amigos ciclistas.